El cine adolescente está siendo inundado por una nueva ola de películas que buscan atraer a los jóvenes con romances provocadores y dramas apasionados. En esta ocasión, «Mala influencia», basada en el libro de la autora anónima @TeensSpirit, se une a esta tendencia con una historia que promete emociones intensas y un entramado de pasiones e intrigas.

La trama sigue a Reese Russell, una joven de clase alta cuya aparentemente perfecta vida se ve amenazada por circunstancias misteriosas. Cuando su padre decide contratar a Eros, un ex convicto, como su guardaespaldas, ambos se ven envueltos en un romance prohibido que desencadena una serie de eventos apasionantes y peligrosos.

A pesar del contexto repetitivo en el que se desarrolla la trama, «Mala influencia» logra destacar gracias al talento detrás de las cámaras. La directora Chloé Wallace, con experiencia en videoclips y publicidad, aporta una estética y un ritmo que recuerdan a los títulos más destacados del género romántico adolescente. Su enfoque estético y las escenas románticas logran conectar con el público de manera efectiva.

Un aspecto destacado de la película es su evitación de la toxicidad habitual asociada al cine adolescente. Aunque presenta elementos de personajes controvertidos y situaciones complicadas, estos se integran en la trama de forma positiva, alejándose de la manipulación emocional y la romantización de comportamientos problemáticos. Sin embargo, la historia no logra alcanzar una profundidad más allá de la narrativa típica de una telenovela de instituto.

A nivel interpretativo, se percibe un esfuerzo por parte de los actores por transmitir química en pantalla, aunque los diálogos y situaciones parecen forzados en ciertos momentos. La falta de desarrollo coherente de la relación entre los personajes principales debilita la intensidad dramática de la película.

A pesar de sus limitaciones, la actuación de Mirela Balic, conocida por su participación en «Élite», destaca por controlar los excesos de la trama, mostrando un talento dramático que añade profundidad a su personaje. Sin embargo, algunos momentos del tramo final revelan ciertos excesos en su interpretación.

En conclusión, «Mala influencia» se presenta como una propuesta que atraerá a los seguidores de los romances adolescentes, especialmente aquellos que buscan una narrativa menos tóxica. Aunque la película logra destacar en ciertos aspectos, su trama arquetípica y las limitaciones en el desarrollo de los personajes podrían dejar a algunos espectadores deseando más profundidad en la historia. Con puntos fuertes en la dirección, actuación y la evasión de la toxicidad del género, «Mala influencia» presenta una propuesta atractiva pero no exenta de desafíos para cautivar a su audiencia.