El reconocido director de series y largometrajes, Eduard Cortés, se encuentra en el ojo del huracán tras ser señalado por 27 mujeres por presunto acoso sexual en internet. Según las acusaciones, algunas de estas mujeres eran menores en el momento de los hechos. Las víctimas afirman que el cineasta les ofrecía trabajo a cambio de imágenes en las que aparecieran desnudas o realizando prácticas sexuales. En un reportaje publicado por El País, se reveló que el director mantenía más de un centenar de conversaciones en las que realizaba este tipo de demandas.
Las mujeres presuntamente acosadas contaron que Cortés se ponía en contacto con ellas a través de redes sociales como Facebook, Myspace, Fotolog e Instagram, o por videollamada. Bajo la excusa de un proyecto titulado ‘Ingrid’, el director exigía contenidos sexuales. Ante estas acusaciones, Cortés ha declarado que estas conversaciones se produjeron «dentro de lo hipotético» y nunca fueron acompañadas de «propuestas explícitas». Sin embargo, las presuntas víctimas aseguran que estas dinámicas eran manipuladoras y que nunca dieron su consentimiento de forma libre y consciente.
Una de las acusaciones, realizada por una mujer que tenía 16 años en el momento de contactar con el director, afirma que Cortés mantuvo una relación de cuatro años con ella y que llegó a pedirle que viajase a Barcelona para una prueba de cámara. Otra actriz llamada Sonia Blanco relató que Cortés le propuso un proyecto que se alineaba con una descripción similar a la de un episodio de abuso, a pesar de la justificación del director sobre la adaptación de una novela. Estas revelaciones han desatado un escándalo en la industria cinematográfica.
En octubre de este año, tras las denuncias de Silvia Grav, la Academia de Cine Catalán inició una investigación contra Eduard Cortés. Sin embargo, el director se dio de baja en esta institución, cerrando así el proceso. La Academia catalana sugirió a las afectadas que contactasen a un despacho de abogados, pero los honorarios resultaron ser demasiado altos para la mayoría de ellas. Este hecho ha generado frustración y desconfianza entre las mujeres afectadas, quienes aseguran que la falta de apoyo institucional dificulta el proceso de denuncia.
Las revelaciones sobre las acusaciones de acoso sexual contra Eduard Cortés han dejado al descubierto la complejidad y el desafío que enfrentan las víctimas al intentar obtener justicia en un entorno profesional marcado por el abuso de poder. La falta de respaldo por parte de las instituciones encargadas de proteger a las víctimas de violencia sexual en la industria cinematográfica ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en relación con los protocolos establecidos para enfrentar esta problemática.