Ben Stiller ha recordado el nefasto estreno de Zoolander 2 en el podcast de David Duchovny sobre batacazos de la industria. Esta película, que tenía todos los ingredientes para triunfar, terminó siendo un fracaso tanto en términos de crítica como de taquilla. Con un estreno muy tardío y una calidad cuestionable, la película dejó a Stiller con sentimientos de confusión y angustia. Según él, la idea de haber perdido la gracia y la capacidad para cuestionarse a sí mismo fue lo que más le afectó.

Tras el fracaso de Zoolander 2, Stiller decidió alejarse de las comedias y se animó a regresar detrás de la cámara con la miniserie de tema carcelario, Fuga en Dannemora. Esta producción le brindó el espacio para lidiar con su decepción y asumir el golpe, lo que le permitió concentrarse en otros proyectos en los que había estado trabajando, algunos de los cuales no eran comedias. Finalmente, a pesar de que le sugirieron volver a las comedias, Stiller decidió no hacerlo.

El impacto del fracaso de Zoolander 2 llevó a Stiller a reflexionar sobre su trayectoria creativa y a encontrar nuevas oportunidades fuera del género de la comedia. Esta experiencia lo llevó a un periodo de introspección, donde tuvo la oportunidad de asumir el revés y enfocarse en proyectos diferentes, demostrando que la adversidad puede traer consigo nuevas oportunidades.

La historia de Ben Stiller con Zoolander 2 es un recordatorio de cómo los fracasos pueden influir en la carrera y la creatividad de los artistas, pero también muestra la capacidad de superación y adaptación. La decisión de Stiller de apartarse de las comedias y explorar nuevos proyectos demuestra su valentía para reinventarse y enfrentar los desafíos de manera positiva. A pesar de las dificultades, Stiller encontró en la decepción una oportunidad para crecer y evolucionar como artista.