El año 2024 será recordado en la historia del cine español por la diversidad y originalidad de las películas estrenadas. Desde musicales sobre la eutanasia hasta filmes de terror con temáticas feministas, esta temporada ha demostrado un atrevimiento único. Sin embargo, la Academia de Cine ha decidido destacar en sus nominaciones para los premios Goya a aquellas películas con una mejor acogida comercial, como El 47, Casa en llamas y La infiltrada. A pesar de ello, hay otras propuestas que merecían haberse hecho un hueco en la lista final.
En esta edición de los Premios Goya, la lista de olvidos ha generado controversia. ¿Es Casa en llamas realmente mejor película que Los destellos, o incluso El 47? Esta edición ha estado dominada por películas netamente industriales, con una buena taquilla, dejando de lado propuestas más autorales como Los destellos, que ha sido una de las grandes perdedoras en esta contienda.
Otra película que ha sido pasada por alto en las nominaciones es Salve María, dirigida por Mar Coll, considerada una de las películas más salvajes y arriesgadas del año. La ausencia de su directora entre los nominados a mejor dirección ha sido objeto de críticas por parte de quienes consideran que su trabajo merecía el reconocimiento de la industria.
Por su parte, María Vázquez ha sido una de las grandes olvidadas en esta edición de los Goya. A pesar de haber sido nominada anteriormente, su sutil pero emocionante trabajo en Los pequeños amores ha quedado sin reconocimiento en esta ocasión, a pesar del merecimiento de más nominaciones.
María Arnal y Ángela Molina también han sido pasadas por alto en esta edición de los premios. La película Polvo serán, un musical arriesgado sobre la eutanasia dirigido por Carles Marques-Marcet, ha sido ignorada en las nominaciones, a pesar de los elogios recibidos por la crítica. Además, la valentía de Ángela Molina en este filme no ha sido reconocida por la Academia.
En el ámbito documental, la guitarra flamenca de Yerai Cortés ha sido nominada a mejor documental, pero muchos consideran que la ópera prima de Antón Álvarez, aka C. Tangana, ha demostrado un talento tanto para la música como para el cine, mereciendo más reconocimiento por parte de la Academia.
Finalmente, Pedro Martín-Calero y su ópera prima, El llanto, han sido reconocidos en las nominaciones, pero muchos consideran que el guión, coescrito por Martín-Calero junto a Isabel Peña, merecía su momento de gloria en los Goya. Del mismo modo, el trabajo interpretativo de Julián López en Los destellos ha pasado desapercibido en la categoría de mejor actor de reparto, generando controversia entre los aficionados y críticos de cine.
En definitiva, la lista de olvidos en las nominaciones a los premios Goya 2024 ha generado debate y críticas entre los aficionados y profesionales de la industria, dejando de lado propuestas arriesgadas y originales que merecían un reconocimiento por su calidad artística.