En cuanto a la figura de David Lynch, es asombrosa la contradicción constante que se presenta entre la oscuridad y la inquietud de las películas y series dirigidas por él, y su personalidad llena de bondad y sentido del humor. Durante el confinamiento por el coronavirus, Lynch sorprendió a muchos al comenzar a desempeñarse como meteorólogo aficionado desde su hogar en Los Ángeles, revelando así su faceta luminosa y su tendencia a no tomarse demasiado en serio a sí mismo.
Un claro ejemplo de esta dualidad es el personaje de Gordon Cole, interpretado por Lynch en la famosa serie Twin Peaks. Cole, un agente del FBI de gran corazón y extremadamente divertido debido a su yuxtapuesta sordera, permite vislumbrar el carácter humorístico y amable del director. Aunque tal vez menos conocido, Lynch también participó en El show de Cleveland, una serie de dibujos animados para adultos, en la que dio voz a Gus, un personaje diseñado a su imagen y semejanza. En este contexto, Lynch demostró nuevamente su versatilidad al interpretar a un hombre generoso y amable, pero también con un lado oscuro y desconcertante.
El Taburete Roto, la taberna de Gus en la serie, se convirtió en un lugar habitual de reunión para Cleveland y sus amigos, adquiriendo una relevancia significativa en el desarrollo de la trama. La participación de Lynch en una serie aparentemente alejada de sus intereses despertó la curiosidad de muchos, incluso del propio director, quien se limitó a expresar que accedió a participar debido a la insistencia de Mike Henry, la voz de Cleveland.
Años después de su participación en El show de Cleveland, Lynch hizo un cameo en Padre de familia, demostrando así su cercanía con el universo animado de Seth MacFarlane. Este episodio, que parodiaba a El Grinch, permitió a Lynch exhibir nuevamente su faceta humorística. Más allá de su fama como director, es importante resaltar el lado amable y divertido de David Lynch, que continúa sorprendiendo al espectador.