El pasado viernes, se llevó a cabo el estreno en los Estados Unidos de la película Civil War, la cual ha generado gran expectativa y ha obtenido una recaudación récord de 27.7 millones de dólares en su primer fin de semana. Esta producción, dirigida por Alex Garland y con un presupuesto de 50 millones de dólares, se perfila como una de las más taquilleras en la historia del estudio independiente A24.

A pesar del éxito en taquilla, la película ha enfrentado ciertas críticas debido a su enfoque político, el cual plantea la idea de un Estados Unidos inmerso en una Segunda Guerra de Secesión. Asimismo, la campaña promocional ha generado controversia, ya que se han difundido pósters que muestran escenarios desolados y destruidos, los cuales no forman parte de la película en sí.

Estos pósters, diseñados para llamar la atención del público en plataformas como Instagram, han sido generados mediante Inteligencia Artificial, presentando errores visuales notables que han suscitado el descontento de algunos internautas y miembros de la comunidad cinematográfica. Se ha señalado que el uso de estos contenidos generados por IA en la promoción de la película es cuestionable y no refleja la realidad de la cinta.

A pesar de las críticas, una fuente cercana a A24 ha justificado la utilización de estos diseños, mencionando que las imágenes son «de IA inspiradas en la película», buscando mantener la temática distópica y provocativa de Civil War en las redes sociales. No obstante, se ha hecho énfasis en el debate ético y artístico en torno al uso de la Inteligencia Artificial como herramienta de promoción, recordando la inquietud que la misma tecnología ha planteado en otras obras cinematográficas como Ex Machina, dirigida por el mismo Alex Garland.

En este sentido, la polémica en torno a la promoción de Civil War nos invita a reflexionar sobre el impacto y los límites éticos del uso de la Inteligencia Artificial en la industria del entretenimiento, así como su repercusión en la percepción del público. Mientras tanto, la película continua generando expectativa ante su inminente estreno en España, prometiendo una experiencia visual y argumental que despierta tanto el interés como la controversia en el ámbito cinematográfico.