La empresa italiana Benetton Group y su famosa campaña United Colors of Benetton, se han distinguido desde mediados de los años 80 por su enfoque multicultural, proclamando que solo hay una raza: la humana, y que simplemente existen diferentes colores.
El diseñador Oliviero Toscani, a través de esta campaña, buscaba representar la diversidad racial mediante modelos de diferentes etnias, llevando atuendos coloridos que se han quedado grabados en la memoria colectiva durante las últimas dos décadas. Sin embargo, este enfoque inclusivo ha generado polémica y sarcasmo, como se refleja en la reciente película española, La familia Benetón.
Esta comedia pretende ser familiar, presentando a un hombre que queda a cargo de los cinco hijos adoptados de su hermana recién fallecida, quienes representan una mezcla de etnias y procedencias, recordando a un catálogo de United Colors of Benetton. La marca y la película comparten el mismo enfoque de diversidad racial, sin embargo, La familia Benetón ha sido objeto de críticas por su enfoque de humor, considerado racista y machista. Los comentarios xenófobos y estereotipos promovidos en la película han generado controversia e incomodidad entre el público.
El largometraje, dirigido por Joaquín Mazón y producido por Bowfinger International Pictures, liderada por Santiago Segura y María Luisa Gutiérrez, refleja un humor que se burla del lenguaje inclusivo y promueve estereotipos raciales. La presencia de Leo Harlem en el elenco resalta la intención de llevar este tipo de comedia a un público adulto, utilizando comentarios ignorantes y situaciones que refuerzan estereotipos raciales, lo cual ha generado un debate sobre la legitimidad de este enfoque en el cine español contemporáneo.
Aunque la película busca ser una comedia para el público familiar, su enfoque racista y su uso de comentarios ofensivos han despertado críticas. La trama no presenta una redención convincente del personaje principal, interpretado por Leo Harlem, quien aprende a querer a sus hijos adoptivos sin mostrar un cambio real en su actitud hacia las diferentes culturas y ascendencias de los niños. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la legitimidad y responsabilidad del cine español al abordar temas sensibles como la diversidad racial y étnica.
La película también ha sido relacionada con otras producciones de Segura, como «Padre no hay más que uno», resaltando similitudes en su enfoque cómico y su transición hacia el cine familiar. Tanto Segura como Leo Harlem, con sus carreras simétricas, han presentado un estilo humorístico que, según algunos críticos, perpetúa estereotipos y prejuicios raciales en lugar de desafiarlos. Estos elementos han suscitado un debate significativo sobre el papel del cine español en la representación y promoción de la diversidad racial y étnica en la sociedad actual.
En resumen, el lanzamiento de «La familia Benetón» ha desencadenado un debate complejo sobre el humor, la diversidad y la responsabilidad social en el cine español. La película ha sido criticada por su enfoque racista y la promoción de estereotipos, generando interrogantes sobre el impacto y la influencia de este tipo de contenido en el público, especialmente en los espectadores jóvenes. En última instancia, La familia Benetón sirve como un recordatorio de la necesidad de abordar estos temas con sensibilidad y responsabilidad en la industria cinematográfica española.