Gints Zilbalodis revoluciona el mundo de la animación con una obra que rompe con los estándares comerciales y lleva la expresión artística a niveles nunca antes vistos. Su última creación, «Flow», presenta un enigmático mundo en el que un gato se convierte en el centro de la narrativa al enfrentarse a una catástrofe que ha devastado a una civilización humana extinta. Inspirado por la obra del reconocido desarrollador japonés Fumito Ueda, Zilbalodis busca explorar un nuevo lenguaje visual para ofrecer una experiencia cinematográfica única.

El mundo de «Flow» refleja la influencia marcada de Fumito Ueda, quien también se caracteriza por su estilo minimalista y su enfoque en la experiencia del jugador. En esta obra, se vislumbra el protagonismo del gato, cuya única motivación es escapar de la devastación que lo rodea. Zilbalodis destaca que la perspectiva del gato guía toda la narrativa de la película, llevando al espectador a una experiencia inmersiva e introspectiva, similar a la que se vive en los juegos del reconocido desarrollador japonés.

La estética de «Flow» se aleja del estilo tradicional de las películas de animación comercial, optando por un enfoque tridimensional que desecha el detallismo y las texturas sofisticadas. A pesar del bajo presupuesto, Zilbalodis utiliza el software gratuito Blender para desarrollar una imagen desalineada y humilde que se alinea con la tendencia actual de la industria. Esta elección estilística, conocida como renderizado no fotorrealista, marca un retorno al estilo 2D combinado con la sofisticación digital, sugiriendo un giro innovador en la animación contemporánea.

El director se esfuerza por redefinir la narrativa cinematográfica al prescindir del diálogo en «Flow», desafiando las convenciones de la animación comercial. Este enfoque, centrado en la perspectiva animal y la ausencia de antagonistas, busca ofrecer una experiencia reflexiva y tranquila al espectador, alejándose de la acción constante que define a la animación occidental. En ese sentido, Zilbalodis se inspira en el enfoque pausado y contemplativo de Studio Ghibli, destacando la importancia de momentos de calma para intensificar la emoción de la acción.

«Flow» representa el resultado de más de diez años de trabajo y esfuerzo por parte de Zilbalodis. La película surge como un proyecto colaborativo respaldado por apoyo estatal en Letonia y financiamiento de Francia y Bélgica, marcando un hito en la cinematografía de un país con escasa presencia en la industria animada. Además, la recepción positiva de «Flow» en los cines letones y su reconocimiento internacional, incluida una nominación al premio Oscar, confirman el impacto de esta ambiciosa producción.

La ambición de Zilbalodis no se detiene aquí, ya que espera que el éxito de «Flow» abra nuevas oportunidades para la animación independiente y promueva un mayor reconocimiento internacional para este tipo de producciones. Con la visión de seguir trabajando de forma independiente, Zilbalodis anhela explorar proyectos más grandes y arriesgados en el futuro. Su enfoque holístico, que abarca todas las facetas del proceso cinematográfico, refleja su compromiso con una narrativa visual única y emocional que trasciende las barreras del lenguaje.