El 11 de abril se estrenó en Netflix ‘Mi reno de peluche’, una historia inspirada en el acoso que sufrió en la vida real su creador e intérprete Richard Gadd. Desde entonces, las redes sociales han tratado de encontrar la identidad de las personas involucradas en los hechos que narra la serie, incluso han llegado a acusar a uno de sus amigos, Sean Foley (‘Mindhorn’).
En la ficción el personaje de Gadd sufre una agresión sexual por parte de un escritor de comedia llamado Darrien, a quien da vida Tom Goodman-Hill, y algunos usuarios insinuaron que se podría tratar de Foley. Ante tales acusaciones, el director y escritor acudió a la policía para abrir una investigación y denunciar las publicaciones «difamatorias, abusivas y amenazantes». Además, compartió un mensaje en su perfil de X defendiendo su postura.
Richard Gadd también ha querido pronunciarse en favor de su compañero de profesión a través de sus redes sociales. El creador de ‘Mi reno de peluche’ recurrió a Instagram para rogar a los fans de su exitosa serie, que ha logrado el primer puesto del Top 10 global de series de habla inglesa más vistas de Netflix, que se detuvieran en su búsqueda de las personas reales que protagonizaron su historia, incluida la identidad del personaje de Jessica Gunning, Martha.
«La gente que amo, con la que he trabajado y admiro (incluido Sean Foley) está injustamente atrapada en especulaciones. Por favor, no especuléis sobre quiénes podrían ser las personas de la vida real. Ese no es el objetivo de nuestra serie».
Basada en hechos reales
Esta comedia dramática, de humor negro y thriller, con tan solo siete episodios de entre 30 y 40 minutos, ha cautivado a la audiencia mundial por su originalidad e intrigante narrativa. Cuenta la historia de Donny Dunn, un comediante en horas bajas que trabaja como camarero en un bar. En un giro inesperado, un simple acto de amabilidad hacia una clienta desencadena una serie de eventos que cambiarán su vida para siempre. Martha se convierte en su acosadora obsesiva, lo que lleva a Donny a enfrentar traumas del pasado y luchar por recuperar su estabilidad.
La serie es una adaptación del monólogo que Gadd realizó en el Festival Fringe de Edimburgo y en el teatro Bush de Londres tras su traumática experiencia con una acosadora. Durante cuatro años, el creador fue bombardeado con 41.071 correos electrónicos, 350 horas de mensajes de voz, 744 tweets, 46 mensajes de Facebook, 106 páginas de cartas, regalos, entre ellos el reno de juguete que da nombre a la serie, pastillas para dormir, un gorro de lana y calzoncillos tipo bóxer.
A pesar del éxito de la serie, su estreno ha desencadenado un debate en torno a la delgada línea entre la ficción y la realidad, provocando una intensa polémica en las redes sociales. Los espectadores se han cuestionado hasta qué punto los hechos relatados en la serie reflejan la historia personal del creador y hasta dónde se adentra en la invención puramente ficticia.
Las críticas elogian la valentía de Gadd al exponer una experiencia tan traumática y su habilidad para convertirla en una obra de arte, pero al mismo tiempo, las acusaciones han suscitado controversia sobre la responsabilidad de los creadores al narrar historias con posibles referencias al entorno real, exponiendo la delgada línea entre la libertad artística y el impacto en la vida de las personas involucradas. En este sentido, la serie ‘Mi reno de peluche’ ha abierto un debate sobre la ética en la creación artística y la necesidad de establecer límites y responsabilidades al contar historias inspiradas en eventos reales.