A mediados de la década de los 90, una comedia romántica de producción británica redefinió el género pese a contar con un modesto presupuesto de apenas 4 millones de dólares. La producción, dirigida por Mike Newell, se convirtió en un fenómeno cultural que catapultó a la fama internacional a un entonces desconocido Hugh Grant y consolidó el prestigio de su coprotagonista.
‘Cuatro bodas y un funeral’ (1994) sigue las peripecias del británico Charles, interpretado por Hugh Grant, un joven encantador pero eternamente soltero, y su grupo de amigos, quienes transitan por una serie de eventos nupciales. Durante estos encuentros, Charles conoce a la cautivadora Carrie, interpretada por Andie MacDowell, una estadounidense que le hace replantearse su aversión al compromiso.
El guion de la película, escrito por Richard Curtis, brilla gracias a su ingenioso equilibrio entre humor y drama, creando una galería de personajes que trascienden al espectador más allá de los arquetipos habituales del género. Hugh Grant encontró en Charles el papel que catapultaría su carrera, perfeccionando su característico encanto torpemente aristocrático.
La confianza de Andie MacDowell en el proyecto quedó demostrada cuando tomó una decisión financiera arriesgada pero brillante: renunció a su salario a cambio de un porcentaje de los beneficios. Esta apuesta le reportó 2 millones de dólares, una suma considerablemente mayor que los 100.000 dólares que recibió Hugh Grant por su papel protagonista.
El impacto de la cinta en la industria cinematográfica británica fue extraordinario. Durante varios años mantuvo el récord como la película británica más taquillera de la historia, recaudando más de 260 millones de dólares en todo el mundo. Entre sus admiradores más notables se encuentra Rowan Atkinson, famoso actor británico que dio vida a Mr. Bean.
La crítica de Fotogramas de ‘Cuatro bodas y un funeral’ apuntó que esta “memorable comedia sentimental que conseguía una perfecta síntesis de registros aparentemente antagónicos en un conjunto tan armónico como sugestivo. Viene a ser un cruce entre el espíritu de ‘Tú y yo’, de Leo McCarey, y las diversas vertientes de la comedia británica, desde la escuela Ealing hasta los Monty Python.
En resumen, ‘Cuatro bodas y un funeral’ fue una obra que logró trascender los límites del género de la comedia romántica, consolidándose como una de las películas más influyentes y exitosas del cine británico. Desde su estreno en 1994, ha sido una película valorada por crítica y audiencia, brindando una experiencia cinematográfica memorable.