La cineasta Paula Palacios ha dirigido un documental nominado a los premios del cine español, después de más de una década siguiendo la vida de un joven somalí detenido al intentar cruzar las fronteras de la Unión Europea.

En 2011, un joven somalí de 15 años fue arrestado cuando intentaba cruzar la frontera entre Ucrania y Eslovaquia. Su nombre es Ali, y fue llevado a un centro de detención ucraniano durante un año. En ese momento, una cineasta grababa un documental sobre migración hacia Europa en la misma frontera. Ella es Paula Palacios. Ali trató de contactarla por Facebook para que lo ayudara a salir de allí.

Catorce años después, el vínculo que los unió se ha convertido en «Mi hermano Ali», una película de 90 minutos de duración sobre el viaje de dos personas de culturas diferentes a lo largo de más de una década. La historia de Ali se convierte en un valiosísimo relato sobre la conexión entre quien ayuda y quien es ayudado, permitiendo observar desde otra perspectiva la fuerza de la solidaridad, la empatía y el compañerismo.

Paula Palacios acepta el reto de contar la historia de Ali, reconociendo que el joven supo detectar en ella a “la joven cineasta con ganas de aventuras” que siempre la ha caracterizado. Con el paso del tiempo, la relación se va estrechando entre ambos. El documental no solo captura el interés de Paula Palacios hacia Ali, sino también el interés que poco a poco va mostrando Ali hacia la cineasta.

Es precisamente esa unión la que hace a Ali cumplir su principal objetivo: salir del centro en el que está recluido para regresar al mismo centro de refugiados donde vivía antes de ser arrestado, también en Ucrania. Un giro que muestra el inicio de la larga senda que deberán recorrer tanto Ali como Paula Palacios.

La película no solo explora la lucha del protagonista hacia un futuro mejor, sino el descubrimiento de un mundo completamente desconocido para Ali. La vida lleva a Ali a trasladarse a Estados Unidos, por mediación de la Organización Internacional para las Migraciones. Se refugia en la religión, ya que, en su visita a ese país, el joven extraña su cultura natal. Es así como Paula Palacios toma conciencia de la importancia del concepto de tribus, tanto para entender a su compañero de viaje como para comprender lo que les rodea.

El viaje de Ali no finaliza en Estados Unidos. Sin embargo, para la documentalista, es bastante necesario tratar estos temas en la gran pantalla para concienciar a esa parte de la sociedad que no lo está lo suficiente. Pese al “cambio de tono” en comparación con trabajos anteriores, la directora considera fundamental seguir mostrando la “realidad”.

La directora también reconoce que es muy pesimista con el rumbo que está tomando la humanidad, alegando que estamos dando pasos “hacia atrás” en lugar de “hacia adelante”. Al final, la película representa un absoluto ejercicio de solidaridad y empatía.

La vida lleva a Ali a trasladarse a Estados Unidos, por mediación de la Organización Internacional para las Migraciones. Se refugia en la religión, ya que, en su visita a ese país, el joven extraña su cultura natal. Es así como Paula Palacios toma conciencia de la importancia del concepto de tribus, tanto para entender a su compañero de viaje como para comprender lo que les rodea.

El viaje de Ali no finaliza en Estados Unidos. Sin embargo, para la documentalista, es bastante necesario tratar estos temas en la gran pantalla para concienciar a esa parte de la sociedad que no lo está lo suficiente. Pese al “cambio de tono” en comparación con trabajos anteriores, la directora considera fundamental seguir mostrando la “realidad”.

Existe un proverbio somalí que abre el documental y reza así: “Quién sabe cuántas millas tendrás que navegar mientras persigues un sueño”. «Mi hermano Ali» retrata este viaje que ha llegado hasta los premios Goya, otorgándole a Paula Palacios su segunda nominación en estos premios. Durante el camino, el espectador probablemente descubra que no siempre alguien es el que ayuda y que no siempre alguien es el que es ayudado. En la mayoría de los casos, la verdadera magia se crea cuando se alcanza una combinación de ambas.

(**Texto ligeramente modificado para no tener una similitud directa al original**)