El reinado de Meg Ryan llega a su fin
Durante la década de los 90, Meg Ryan fue la estrella más codiciada en la industria del cine. Con su encanto risueño y desenfadado, era la reina indiscutible de las comedias románticas. Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio, Ryan decidió desafiar su etiqueta de «reina de Hollywood» y probar su valía en otros géneros cinematográficos.
Dos proyectos en particular marcaron un punto de inflexión en la carrera de Meg Ryan. En primer lugar, su relación con Russell Crowe durante el rodaje de «Prueba de vida» generó controversia en los medios y puso en entredicho su imagen pública. A esto se sumó su participación en «En carne viva», un thriller erótico que desencadenó críticas machistas y salvajes, opacando la habilidad de Ryan para explorar temas controvertidos y actuar en papeles desafiantes.
Tras un período de pausa en su carrera, Meg Ryan regresa con «Lo que sucede después», una película en la que ejerce el rol de productora, directora, guionista y actriz. La cinta, creada como un homenaje a las comedias románticas de su época dorada, narra el reencuentro entre dos amantes en un aeropuerto durante una tormenta de nieve, explorando la reconciliación y el perdón en un contexto contemporáneo.
Para Ryan, este film es un tributo a Nora Ephron, la guionista que colaboró estrechamente con ella en películas emblemáticas como «Algo para recordar» y «Cuando Harry encontró a Sally». La conmovedora dedicación a Ephron es una muestra del profundo impacto que esta figura tuvo en su vida profesional y personal. Además, la actriz se inspiró en el espíritu creativo y la determinación de Ephron para superar los desafíos en la industria cinematográfica.
En medio de la pandemia de COVID-19, Ryan encontró la oportunidad de crear una obra que reflejara la necesidad de conexión y reconciliación en la sociedad contemporánea. A través de «Lo que sucede después», busca promover la idea de perdón y comprensión, apuntando a un mensaje relevante en un mundo polarizado y dividido.
La actriz también aborda la discriminación de la industria hacia intérpretes mayores de 50 años en el género cinematográfico, señalando que las decisiones sobre el reparto están influenciadas principalmente por el mercado y las preferencias del público. Sin embargo, confía en que la era del streaming pueda brindar un espacio más inclusivo para películas como la suya, abriendo nuevas oportunidades para proyectos independientes.
Al reflexionar sobre su controvertida participación en «En carne viva», Ryan destaca la influencia positiva de la directora Jane Campion, quien desafió las convenciones de la industria y alentó a la actriz a explorar nuevos horizontes artísticos. Aunque reconoce los desafíos que conlleva la fama, Ryan se muestra agradecida por la experiencia y proyecta su futura trayectoria centrada en la actuación, mientras continúa desafiando las normas establecidas por la industria del cine.