Joaquin Phoenix, conocido por su talento actoral, ha sido tema de conversación recientemente debido a sus desafíos en el set de Gladiator II, así como por sus enfrentamientos previos con colegas en otras producciones cinematográficas. El intérprete ha revelado en entrevistas su dificultad para trabajar con otros directores, lo que ha generado polémica en el mundo del cine.
Durante el rodaje de Gladiator (2000), Ridley Scott, el director, mencionó un incidente entre Phoenix y Russell Crowe, quien interpretó a Máximo en la película. Según el director, Phoenix había expresado su nerviosismo en el set, a lo que Crowe respondió de manera poco amistosa. Sin embargo, Scott logró tranquilizar a Phoenix, destacando que el proyecto fue un desafío para ambos.
En una entrevista con Collider en 2018, Phoenix admitió que sintió una gran presión al trabajar en Gladiator, describiendo el set como abrumador y las exigencias del papel como intimidantes. A pesar de esto, logró superar sus inseguridades y ofreció una actuación memorable que lo llevó a ser nominado al premio Oscar.
A pesar de las dificultades en Gladiator, Scott volvió a colaborar con Phoenix en Napoleón (2023). Sin embargo, el actor dudó en un principio, hasta que recibió el apoyo de Paul Thomas Anderson, con quien había trabajado en otras películas. La colaboración entre los tres resultó en un ambiente divertido y creativo que probó ser beneficioso para el proyecto.
Es evidente que Joaquin Phoenix ha enfrentado desafíos en su carrera, pero su talento indudable y su capacidad para superar las adversidades lo han llevado al éxito en la industria. A pesar de sus discrepancias con colegas y directores, su dedicación y compromiso con sus personajes se reflejan en sus actuaciones, dejando un legado en la pantalla grande que continuará impactando al público. Sin duda, Phoenix es un actor que no dejará de sorprendernos en el futuro con sus interpretaciones en el cine.