En la década de los 60, Hollywood se encontró con un nuevo ídolo, un hombre rudo, de cabello rubio y cejas espesas llamado Steve McQueen. Su salto a la fama fue con la serie de televisión ‘Randall, el justiciero’ (1958), donde interpretó a un letal cazarrecompensas durante tres temporadas. Antes de todo esto, McQueen experimentó una difícil infancia durante la Gran Depresión, marcada por abusos y desafíos en su entorno familiar. Tras alistarse en la Marina y recibir formación actoral, su carrera despegó, convirtiéndose en un ícono del cine.
Con clásicos como ‘Los siete magníficos’ (1960), ‘La gran evasión’ (1963) y ‘Bullit’ (1968), McQueen se destacó por su carisma intrépido en pantalla. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por conflictos, adicciones y episodios de maltrato hacia su primera esposa, Neile Adams. Además, su fama de rebelde se vio reflejada en problemas con colegas y directores en el set de rodaje.
La pasión de McQueen por la adrenalina le llevó a realizar sus propias escenas de riesgo en las películas. Asimismo, su amor por la automoción lo llevó a considerar el automovilismo como una posible carrera alternativa. El actor mantuvo estrechas relaciones con figuras de Hollywood como Frank Sinatra, Bruce Lee y Rober Vaughn, destacando sus excesos y frecuentes infidelidades.
Steve McQueen estuvo involucrado en un peligroso triángulo con su amigo Jay Sebring y la actriz Sharon Tate, lo cual tuvo consecuencias trágicas. La noche del 8 al 9 de agosto de 1969, Tate y Sebring fueron asesinados por la Familia Manson, mientras que McQueen se salvó de milagro debido a sus infidelidades. Este hecho dejó secuelas en la salud mental del actor, empeorada por su paranoia y consumo de drogas.
El actor también se vio afectado por su inclusión en la lista negra de Charles Manson, lo que lo llevó a adoptar medidas extremas de seguridad. A pesar de la tragedia, McQueen no asistió al funeral de Sharon Tate, lo cual generó fricciones con Roman Polanski. Estos hechos marcaron un antes y un después en la vida de este icónico actor de Hollywood.