El cine de terror contemporáneo ha sido revitalizado por la presencia del director Rober Eggers, quien ha impactado profundamente el género en los últimos años con sus inquietantes películas. Su debut cinematográfico cautivó al público y se ha convertido en tema de conversación tanto para críticos como aficionados al cine de terror, destacándose por su atmósfera opresiva, su meticulosa recreación histórica y su perturbadora exploración de temas como la fe, la familia y el mal encarnado.
La película, titulada ‘La bruja’ (2015) y subtitulada como «Una leyenda de Nueva Inglaterra», marcó un hito tanto por su precisión histórica como por su lograda atmósfera visual. La trama se sitúa en el siglo XVII en la Nueva Inglaterra, donde una puritana familia es desterrada y se instala en el límite de un tenebroso bosque. La hija mayor, Thomasin, interpretada por Anya Taylor-Joy en su primer papel protagónico, es el centro de los eventos sobrenaturales que atemorizan a su familia. El filme, disponible actualmente en el catálogo de Netflix, ha sido elogiado por combinar el terror psicológico con elementos del folclore y la historia americana.
El éxito de ‘La bruja’ le otorgó a Eggers el premio al Mejor director dramático en el Festival de Sundance, destacándose además por su detallado diseño de producción que recrea meticulosamente el período histórico. La película fue rodada en tan solo 25 días, utilizando principalmente luz natural, y se distingue por su intensivo proceso de investigación y preparación. Eggers pasó años estudiando documentos históricos, juicios por brujería y cuentos folclóricos para construir el guion. Incluso el diálogo de la película está escrito en inglés de la época, brindándole un realismo impactante a la producción.
El intenso proceso de investigación no solo se limitó a la preparación del guion, sino que también involucró a los actores, a quienes se les hizo vivir en condiciones similares a las de los personajes durante el rodaje. Esta inmersión incluyó la práctica de tareas agrícolas del siglo XVII y la limitación del uso de tecnología moderna. La crítica especializada ha elogiado a ‘La bruja’ por su ambientación siniestra y sus impactantes escenas, definiéndola como una obra maestra que combina el terror sobrenatural con una reflexión sobre los peligros del fanatismo religioso.
Con ‘La bruja’, Rober Eggers ha logrado no solo revitalizar el cine de terror contemporáneo, sino también establecer un nuevo estándar en lo que a precisión histórica y calidad cinematográfica se refiere. Su meticuloso trabajo detrás de cámaras y su enfoque en la inmersión del público en el mundo que retrata, la convierten en una película imperdible para los amantes del cine de terror con un toque de autenticidad histórica.