Immaculate, la película de terror que ha llegado a los cines recientemente, ha llamado la atención por su extraordinaria similitud con otra película de terror, La Profecía. Ambas películas se desarrollan en conventos italianos sombríos y cuentan la historia de una joven novicia que queda misteriosamente embarazada debido a poderes siniestros inspirados en la Biblia y que anhelan la llegada de un salvador. Este embarazo es impuesto y controlado, explotando sin piedad el cuerpo de la mujer. La coincidencia entre ambas películas ha generado reflexión en los Estados Unidos, vinculando las temáticas con la derogación de la ley Roe vs. Wade en 2022, que eliminó las garantías constitucionales para el aborto en todo el país. Esta situación ha creado un estado de ansiedad colectiva en el que las mujeres pierden el control de sus cuerpos a manos de jerarquías anquilosadas y patriarcales.
Sin embargo, a pesar de las similitudes en el argumento, las películas difieren en su tono y en la forma de presentar los elementos terroríficos. Immaculate es descrita como una película más desenfadada y gamberra en comparación con La Profecía, que presenta un tono más sofisticado. El actor Álvaro Morte, quien interpreta a uno de los villanos en Immaculate, ha asegurado que la película no pretende lanzar un mensaje concreto, sino más bien brindar entretenimiento al público. A pesar de esto, Immaculate es parte de una ola de películas de terror religioso que han ganado popularidad. Este subgénero de películas de terror toma como centro la vida en los conventos y busca explorar el encierro, el misterio claustrofóbico y el sufrimiento en un entorno religioso.
Algunos críticos y actores sugieren que el atractivo de las películas de terror religioso radica en la misteriosa simbología y la conexión con lo desconocido que ofrece el catolicismo. La fe, siendo una creencia en algo no demostrado científicamente, proporciona un terreno fértil para la imaginación y el miedo. Immaculate, a pesar de su enfoque más desenfadado, aún logra crear momentos de escalofrío utilizando la simbología religiosa y los ritos eclesiásticos.
Immaculate también ha destacado por el esfuerzo personal de la actriz Sydney Sweeney, quien no solo protagoniza la película, sino que también ha sido la promotora principal del proyecto a través de su productora Fifty Fifty Films. Su participación en la producción ha sido un paso más en su exitosa trayectoria en la industria cinematográfica, mostrando un amplio rango de habilidades más allá de la actuación. La película ha recibido elogios especialmente por la entrega y el talento de Sweeney, consolidándose como un entretenimiento recomendable y una muestra de su versatilidad como actriz y productora.
En resumen, Immaculate se une a una tendencia creciente de películas de terror religioso que explora la iconografía católica, el misterio claustrofóbico y la conexión con lo desconocido. Aunque comparta algunos elementos con La Profecía, presenta un tono más desenfadado y se destaca por la participación activa de Sydney Sweeney en el proyecto, consolidándose como un entretenimiento ligero y comprometido con el disfrute del público.