«Romper el círculo» fue una de las películas más rentables del año pasado, recaudando más de 350 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de ‘tan solo’ 25 millones. Sin embargo, lo que debería haber sido motivo de celebración y orgullo para todo el equipo de la película, se ha convertido en una batalla legal y mediática con demandas multimillonarias entre sus protagonistas alegando acoso sexual, campañas de desprestigio y abusos de poder, involucrando tanto a la pareja de la actriz, Ryan Reynolds, como a personalidades de la talla de Johnny Depp y Taylor Swift, entre otros.

La cinta evoca un mensaje liberador frente a la violencia machista. Su director y protagonista, Justin Baldoni, interpreta en ella al encantador neurocirujano Ryle Kincaid, un hombre del que rápidamente queda prendada Lily Bloom (Blake Lively), una joven que guarda en su interior el trauma de una infancia marcada por el abuso doméstico. Pero poco a poco, esta idílica relación que nace entre ambos pasará a convertirse en algo demasiado familiar para Lily, repitiendo los malos tratos de su pasado.

Para entender todo lo ocurrido antes, durante y después del rodaje de la película, recopilar todas las acusaciones de ambos bandos y dar algo de contexto, lo mejor es seguir la historia por orden cronológico, comenzando por el inicio de la producción.

El rodaje de ‘Romper el círculo’ comenzó en junio de 2023 en Hoboken, Nueva Jersey, pero se detuvo poco después debido a las huelgas de actores y guionistas. La producción se detuvo hasta su reanudación en enero de 2024.

Blake Lively exige al estudio Wayfarer, fundado por el multimillonario amigo de Justin Baldoni Steve Sarowitz, una serie de ‘protecciones para el regreso a la producción’, alegando comportamientos inapropiados y de acoso sexual de su director y coprotagonista, Justin Baldoni. Lively afirma que las promesas del estudio de contratar un coordinador de intimidad a tiempo completo y evitar el ambiente tóxico no se llegaron a cumplir debidamente. El estudio acepta, y el rodaje continúa.

Finalizado el rodaje, Lively y Baldoni crearon versiones distintas de la película, con la aprobación de la distribuidora Sony. Finalmente se eligió la versión de Lively, con un montaje realizado por el editor de ‘Deadpool y Lobezno’ (la película de Marvel protagonizada por su esposo Ryan Reynolds) y la inclusión de una canción de Taylor Swift.

El 31 de julio de 2024, Baldoni contrató en secreto a una profesional de las relaciones públicas y la gestión de crisis, Melissa Nathan. Una de las estrategias que sugirió Nathan fue el ‘astroturfing’ que se describe en una posterior denuncia como “la práctica de publicar opiniones o comentarios en Internet, en los medios de comunicación, etc., que parecen provenir de miembros comunes del público pero que en realidad provienen de personas comunes y corrientes”.

Ya se hacía un poco raro que, durante toda la campaña de promoción, los protagonistas de ‘Romper el círculo’ no habían dado ni una sola entrevista juntos. Pero lo que terminó por activar todas las alarmas del ‘salseómetro’ fue la alfombra roja del preestreno de la película en Nueva York, el 6 de agosto de 2024, cuando Blake Lively, acompañada de su marido Ryan Reynolds, posó junto a todo el equipo del film, y Justin Baldoni acudió en solitario y sólo se fotografió junto a su esposa, que tiene un breve cameo en la cinta.

El 20 de diciembre de 2024, Blake Lively presentó una denuncia en los juzgados de California alegando un patrón de comportamiento inapropiado y de acoso en el set por parte de Justin Baldoni y del productor Jamie Heath. Además, Lively demanda nuevamente a Baldoni, a su equipo de relaciones públicas y a Wayfarer Studios en el tribunal federal de Nueva York por sus represalias ante la primera denuncia, alegando una campaña de difamación contra ella.

El 16 de enero de 2025, Baldoni pidió una compensación de 400 millones de dólares en una demanda contra Blake Lively, Ryan Reynolds, la publicista de la actriz Leslie Sloan y la firma de publicidad Vision PR. El escrito alega, entre otros cargos, extorsión, difamación, intromisión a la privacidad e incumplimiento de contrato.

El equipo legal de Blake Lively ha respondido y en su versión el vídeo es una prueba incriminatoria más sobre los comportamientos abusivos de Baldoni.