La industria del cine ha sido tradicionalmente criticada por su edadismo y machismo, pero La sustancia está desafiando estas barreras. A pesar de los prejuicios habituales contra el cine de terror en la entrega de premios, la película de Coralie Fargeat ha sido aclamada como una de las más destacadas de la temporada, con tres nominaciones a los BAFTA. Sin embargo, no todas las consecuencias de esta producción han sido positivas. Margaret Qualley reveló en el podcast Happy Sad Confused (vía Variety) el impacto personal que sufrió al interpretar el papel principal en La sustancia, poniendo de manifiesto que la belleza a menudo tiene un precio.
El costo para Qualley fue elevado, coincidiendo con la temática de la película: a causa del maquillaje y las prótesis utilizadas durante el rodaje, sufrió un severo brote de acné que llegó a afectar la producción. «Al final, cuando sale mi falda en los créditos iniciales y se ven esas palmeras, es porque mi cara estaba destrozada», recuerda la actriz. «Ya no podían rodar mi cara». Estas consecuencias repercutieron en otro proyecto cinematográfico de Qualley, ya que después del rodaje de La sustancia, trabajó en Kind of Kindness con Yorgos Lanthimos. El director sacó provecho de este problema cutáneo en la película, donde un personaje interpretado por la actriz presentaba un grave problema de acné. «Ese era el acné que cogí por las prótesis», explica Qualley. «Y yo pensé: ‘Mira, esto parece perfecto. Estoy interpretando todos estos personajes. Para uno de ellos, usaron ese acné demencial. Me llevó más o menos un año recuperarme del todo».
Estos testimonios destacan las repercusiones físicas y personales que pueden surgir en la industria cinematográfica, especialmente para las actrices que se someten a exigencias extremas en nombre del arte. A pesar de los desafíos, la valentía y determinación de las artistas continúan desafiando las normas establecidas, demostrando que la industria cinematográfica está en constante evolución. La narrativa de La sustancia y la experiencia de Qualley resaltan la complejidad de la industria del cine, donde el arte a menudo supera los límites del sacrificio personal.