El actor británico, George MacKay, dio un giro inesperado hacia la radicalidad en su carrera, tras el éxito masivo que obtuvo con la película 1917. Aunque la epopeya bélica de Sam Mendes le brindó fama y reconocimiento, MacKay optó por proyectos alejados de las producciones comerciales de Hollywood. En lugar de seguir un camino seguro hacia el estrellato, se ha inclinado por personajes y películas más desafiantes y singulares.
En contraste con el típico patrón de elección de proyectos de los actores tras lograr éxito comercial, MacKay ha optado por participar en filmes personales y arriesgados. Incluso, ha afirmado que el reconocimiento obtenido por su papel en 1917 no influyó en sus futuras decisiones laborales, demostrando un enfoque determinado para su carrera. Su participación en The End, un musical posapocalíptico dirigido por Joshua Oppenheimer, constituye un ejemplo de su búsqueda continua por proyectos alejados de lo convencional.

George MacKay se destaca por su constante búsqueda de proyectos que le “lleguen al alma, al corazón”, en lugar de seguir una estrategia algorítmica y puramente industrial. Su enfoque consciente en buscar películas y personajes diferentes demuestra un compromiso personal con el cine como una forma de arte desafiante y enriquecedora. No solo busca expandir el espectro de ideas en el cine, sino que también defiende la diversidad narrativa y la originalidad por encima de los estándares comerciales.

En The End, MacKay se enfrenta a un desafío técnico y extremo al participar en un musical apocalíptico que, según sus propias palabras, toma posición respecto a la crisis climática y la reescritura de la historia. La película, en la que también comparten escena Tilda Swinton y Michael Shannon, explora las dinámicas familiares y cómo estas reflejan las actitudes, mentiras, y miedos presentes en la sociedad. Para MacKay, este enfoque en la complejidad de las relaciones humanas y su reflejo en la sociedad es lo que más le impactó del filme.

En resumen, la carrera de George MacKay se ha caracterizado por su constante búsqueda de desafíos artísticos y personajes complejos. Su negativa a caer en las convenciones establecidas de la industria cinematográfica lo ha llevado a elegir proyectos que se apartan de lo tradicional y le han brindado una amplia gama de experiencias en su joven carrera. Su participación en The End es una prueba más de su compromiso con una visión creativa y desafiante en el mundo del cine.