La influencia de J. K. Rowling en la serie de Harry Potter en HBO parece no ser tan absoluta como se pensaba. La escritora inglesa ha asegurado que no tiene intención de hacer que despidan a Paapa Essiedu, el nuevo intérprete de Severus Snape, a pesar de que este haya expresado sus opiniones sobre un tema que fascina a Rowling.
La semana pasada, Essiedu añadió su firma a una carta abierta en contra de la decisión del Tribunal Supremo británico que afecta la protección legal de las mujeres transgénero. Muchos especularon que Rowling ejercería su conocida postura transfóbica exigiendo que despidieran al actor. Sin embargo, la propia Rowling ha desmentido tales suposiciones.
«No tengo el poder de despedir a un actor de la serie ni lo ejercitaría si fuera así», afirmó Rowling, quien también funge como productora ejecutiva. «No creo en privar a las personas de sus empleos y sus medios de vida por mantener creencias protegidas por la ley que difieren de las mías».
Cuando se hizo público el comunicado, Rowling emitió un tuit extenso calificándolo de «completa pérdida de tiempo» y criticando fuertemente a los firmantes, incluyendo a otros actores de la saga como Eddie Redmayne y Katie Leung.
Según la escritora, aquellos que firmaron la carta abierta estaban motivados «por el miedo: miedo por sus carreras, por supuesto, pero también a sus correligionarios, que incluyen a hombres furiosos y narcisistas que amenazan y a veces agreden a los no creyentes», así como a los «colegas que apuñalan por la espalda y siempre están deseosos de denunciar opiniones erróneas».
«La ideología de género podría darle lecciones al catolicismo de la Edad Media cuando se trata de castigar a los herejes», añadió Rowling. Y, refiriéndose nuevamente a los firmantes (y a aquellos que apoyan al colectivo trans en general) añadió: «Me pregunto si alguna vez se preguntarán cómo llegaron allí, y me pregunto si alguno de ellos sentirá vergüenza alguna vez».
El nuevo mensaje de Rowling sobre Paapa Essiedu ha recibido numerosas respuestas. Sin embargo, no para felicitarla por su integridad o cuestionar sus palabras, sino para reprocharle que el nuevo intérprete de Snape sea negro. La discriminación y el fanatismo, como se sabe, tienen muchos rostros.
