La institución ha dado a conocer sus actuaciones después de la denuncia de 27 mujeres contra el director catalán. Estas denuncias pusieron de manifiesto las deficiencias en los protocolos de actuación contra el acoso diseñados por la academia.
En el pasado mes de diciembre, Eduard Cortés, director de reconocidas series como Merlí y Ni una más, fue acusado por 27 mujeres de «acoso sexual». Este escándalo salió a la luz a raíz de una investigación publicada por el periódico El País. La Academia del Cine Catalán ya estaba investigando la denuncia pública de acoso que una de las mujeres había hecho en las redes sociales. A pesar de ello, el cineasta solicitó su baja «por motivos personales» el 25 de noviembre, dejando el expediente sancionador «en suspenso», a pesar de la constitución de una comisión experta en violencias sexuales.
El colectivo de afectadas enfatizó en su denuncia pública la deficiente actuación por parte de las instituciones a las que acudieron. Este grupo de mujeres alertó sobre «las grietas» presentes en la sociedad, la industria y el sistema legal al enfrentarse a este tipo de situaciones. La Academia catalana emitió un comunicado disculpándose por las fallas en la comunicación con las víctimas y cualquier gestión que pudiera haber causado revictimización.
La Academia asegura que se aplicó correctamente el protocolo diseñado, cumpliendo con lo estipulado en sus Estatutos. Asimismo, mantiene un canal de comunicación abierto con las víctimas con el objetivo de erradicar la violencia machista y lamenta cualquier acción que haya podido revictimizarlas. El primer paso del procedimiento fue la constitución de una comisión especializada en violencia machista, que identificó casos de acoso sexual qid pro quo a partir de los testimonios de las víctimas.
La Academia reconoce que las denunciantes sufrieron ciberacoso sexual, un tipo de acoso a través del ámbito digital. Considerando la gravedad de los hechos, se determinaron dos medidas cautelares de suspensión de derechos correspondientes y descalificación para la participación en los Premios Gaudí u otras actividades. Sin embargo, al momento de comunicar estas medidas a Eduard Cortés, este solicitó su baja voluntaria como académico, lo que llevó al archivo provisional del expediente.
La Academia reafirma que se aplicó el código de conducta incluido en las Bases de los Premios Gaudí, que contempla la exclusión de personas implicadas en casos de violencia sexual. Finalmente, el comunicado cierra con el rechazo a las violencias machistas y el abuso de poder, reiterando la voluntad de actuar ante cualquier conducta de este tipo.