En ‘Here (Aquí)’, Robert Zemeckis ha puesto en un plano fijo a Tom Hanks y Robin Wright a vivir toda una historia de amor y pérdida a través de varias generaciones. Sus personajes, Richard y Margaret, se conocen en el instituto y les vemos enamorarse, casarse, formar una familia y llegar a viejos juntos en una misma estancia de su hogar, aunque a película recoge ese lugar de la Tierra desde la prehistoria hasta nuestros días. Para conseguir este efecto de paso del tiempo, la producción recurrió a lo que llaman «maquillaje digital», una herramienta que te cambia digitalmente la cara para que parezcas tener la edad que desees.

Según las notas de producción de la película y como también explicó Kudrow en el podcast, en el mismo plató había un monitor que les enseñaba al equipo en tiempo real cómo se veían los actores con este «maquillaje digital»: «En un monitor teníamos imágenes en bruto», dice Kevin Baillie, supervisor de efectos especiales, «En el otro monitor, los rostros de los actores eran muy jóvenes, y ambos monitores funcionaban como si estuvieran siendo filmados por una cámara de imagen real en directo. Así, Bob [Robert Zemeckis] podía ver a los jóvenes Tom y Robin actuar en directo en el plató mientras los dirigía».

‘Aquí’ es una película que ha generado polémica con el uso de la inteligencia artificial para rejuvenecer a los actores en la pantalla. Lisa Kudrow criticó el abuso de estos efectos especiales en detrimento de más oportunidades para otros intérpretes y en contra de la lucha de los sindicatos de actores y guionistas. Esta crítica no solo se ha quedado en palabras, sino que ha evidenciado una preocupación constante sobre el impacto que la inteligencia artificial está teniendo en la industria del entretenimiento.

Aunque promocionando ‘Here (Aquí)’ Hanks hablase del gran potencial narrativo de la IA, actores como Nicolas Cage se han mostrado contrarios al uso de la inteligencia artificial: «¿Qué vais a hacer con mi cara cuando esté muerto?», se preguntaba el actor. Existen preocupaciones sobre la moralidad y la ética en la utilización de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento, ya que su utilización plantea preguntas sobre la autenticidad artística y las oportunidades laborales para los actores y guionistas.

En cuanto a las huelgas, el sindicato de guionistas de Hollywood consiguió tras 148 días protección frente al uso de la IA en la elaboración de guiones, prohibiéndose la escritura o reescritura de material literario mediante IA y el texto generado por una IA no puede ser utilizado como sustitutivo del trabajo de un guionista. Los guionistas podrán utilizar una inteligencia artificial a la hora de escribir, con el consentimiento de la compañía, pero la compañía no puede obligarles a usarla. Esta regulación busca proteger los derechos laborales de los guionistas y preservar la calidad y autenticidad de la escritura narrativa.