El pasado 14 de diciembre, el Palacio de IFEMA de Madrid fue escenario de la entrega de los Premios Forqué, una gala que marca el inicio de la temporada de premios del cine español. Entre los asistentes destacaron figuras como Dulceida, Madame de Rosa, Violeta Mangriñán, y Roro, reconocidos por su presencia en redes sociales más que por su contribución al mundo del cine.

Esta decisión de dar protagonismo a personalidades vinculadas a las redes sociales en lugar de reconocer a guionistas, maquilladores, directores de fotografía y otros profesionales de la industria ha generado controversia. Muchos consideran que se menosprecia el trabajo de quienes son fundamentales para la realización y calidad de las producciones audiovisuales…

La elección de invitados ha suscitado críticas por desviar la atención de lo verdaderamente relevante: el cine y aquellos que lo hacen posible. Los titulares y noticias que rodearon la presencia de influencers en la gala opacaron el reconocimiento a películas como ‘El 47’ y ‘Querer’, que se llevaron múltiples galardones en sus respectivas categorías. Adicionalmente, figuras como Carolina Yuste, premiada como mejor actriz por ‘La infiltrada’, y Eduard Fernández, mejor actor por ‘Marco’, merecían más foco mediático…

Las reacciones del público no se hicieron esperar, y se han levantado voces que cuestionan la dirección que están tomando estos eventos. La premiación ha dejado en segundo plano el esfuerzo y la dedicación de los verdaderos profesionales del cine, en favor de la popularidad mediática de determinadas personalidades. Esto suscita un debate sobre los valores y principios que deberían primar en eventos destinados a honrar y promover el séptimo arte…

Es fundamental recordar que la contribución de los profesionales de la industria del cine es crucial para el desarrollo y la calidad de las producciones audiovisuales. Premios como los Forqué deberían enfocarse en destacar el talento y esfuerzo de aquellos que trabajan detrás de cámaras para llevar a la pantalla historias que emocionan, reflexionan y entretienen al público…

En última instancia, es necesario reevaluar la forma en que se selecciona a los invitados y se organiza un evento de esta importancia. Reconocer y visibilizar el trabajo de todos los profesionales del cine, no solo de aquellos que gozan de popularidad en redes sociales, es esencial para preservar la integridad y el valor del cine en nuestra sociedad.