La película «Mala influencia» busca romper con los estereotipos en el género de romance adolescente. La directora Chloé Wallace, con su guion y dirección, intenta alejarse del típico cliché del chico malo que seduce a la chica buena. A través de este largometraje, se propone establecer un nuevo punto de vista sobre las relaciones juveniles. Esta propuesta busca promover modelos más saludables de amor y encaje social, a la vez que brinda una historia entretenida y atractiva para el público joven.

El filme presenta una trama que gira en torno a una chica adinerada que se enamora de su guardaespaldas, el cual ha sido contratado para protegerla de amenazas en su colegio. Sin embargo, la película se aparta de la narrativa convencional al no idealizar al típico «chico malo», sino que muestra a un personaje masculino más equilibrado. Este enfoque rompe con la típica imagen del «chico malote» que ha predominado en este tipo de historias.

En este sentido, Chloé Wallace busca transmitir un mensaje positivo sobre el respeto y el amor sano entre adolescentes. Asimismo, la directora procura alejarse de la idealización de comportamientos tóxicos que suelen ser promocionados en la cultura popular. Este enfoque pretende ofrecer una visión más realista de las relaciones para el público joven, fomentando modelos más equilibrados y respetuosos.

A través de esta propuesta, la directora aspira a encauzar las expectativas de los espectadores adolescentes hacia valores más positivos, priorizando la personalidad y el carácter sobre la imagen superficial. Al redefinir los roles de género en esta historia, se pretende inspirar a los jóvenes a buscar relaciones saludables basadas en la empatía y el respeto mutuo, en lugar de caer en la idealización de situaciones perjudiciales.

El género de romance adolescente ha sido históricamente criticado por promover relaciones poco realistas o poco saludables. En este sentido, la propuesta de Wallace rompe con estos cánones, ofreciendo una visión más madura y responsable del amor juvenil. De esta manera, «Mala influencia» se convierte en un aporte valioso al cine juvenil, promoviendo valores positivos y presentando modelos más equilibrados y empáticos para las generaciones más jóvenes.