Kraven, el cazador ruso, conocido como el enemigo de Spider-Man desde 1964, no ha tenido mucha suerte hasta la fecha. A pesar de aparecer en numerosas series animadas, nunca había tenido una adaptación en carne y hueso. Sin embargo, la idea de convertir al villano en héroe con una película a su nombre estaba en las oficinas de Sony desde 2018. La dirección originalmente iba a ser de Antoine Fuqua, pero finalmente recayó en J.C. Chandor, con Aaron «Kick-Ass» Taylor-Johnson en el papel de Sergei Kravinoff, cazador de grandes criminales mundiales.

Sony se atrevió a promocionar la película lanzando gratuitamente los primeros ocho minutos. Representaban una excelente presentación del personaje: Aaron Taylor-Johnson se confirmó como la mejor elección posible, hablando en ruso con un mono de presidiario tatuado en medio de la nevada estepa siberiana y al son enloquecidos coros del ejército ruso. El villano convertido en justiciero se colaba en una cárcel de rusos malcarados para acabar con un jefe mafioso con el diente arrancado a un tigre que servía de alfombra en la celda del susodicho.

Durante las dos horas de metraje, se confirmaba la buena noticia de que el ruso iba a traer sangre de la buena al universo Marvel, con una violencia inusitada en este tipo de producto. Sin embargo, la historia de los super-poderes del super-cazador desvió la trama hacia explicaciones de sus orígenes. Una media hora de recuerdos adolescentes cambió el tono de la película, alejándola de la expectativa de dos horas muy macarras de peleas con mafiosos rusos.

El regreso a la actualidad convierte a Kraven en una especie de Tarzán en la ciudad de Londres, donde prefiere dormir al raso y se pasea descalzo. A pesar de efectos digitales feos y escenas de acción más o menos conseguidas, el carisma y la simpatía de Taylor-Johnson mantiene el interés en este viaje superheroico bastante rutinario, involucrado en un drama familiar con algunos villanos tan desagradables como el de Alessandro Nivola.

Es más que probable que, en próximas secuelas, Kraven se dé cuenta de que su manera de repartir justicia a muerte le convierte en un villano como aquellos a los que mata, y se acabe enfrentando, como en los cómics, a Spider-Man. Su peor pesadilla, las arañas, queda clara aquí, como una pista sutil de lo que está por venir. El futuro parece prometedor para este enigmático personaje, que tiene potencial para desarrollar tramas interesantes y llenas de acción en el universo Marvel.